Seamos Agradecidos

Buenos días, que bueno ver un nuevo amanecer.
Cuando nos despertamos, nuestros sentidos se abren de nuevo y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos regala para que podamos ser felices.
Seguro algunos no se han levantado muy contentos debido a que viven estancados en los lamentos, las quejas y malos recuerdos que solo producen sufrimientos. Nos afligimos lamentándonos del pasado y siendo pesimistas en cuanto al futuro en vez de pensar en que Dios nos ha dado una nueva oportunidad de salir adelante en esta tierra 
Tristemente por nuestra naturaleza caída, nos enfocamos más en nuestros problemas, necesidades y deseos, los cuales nos ciegan y nos hacen olvidar que posiblemente personas cerca de nosotros también pasan por situaciones difíciles y en ocasiones más fuertes que las nuestras.
 Algunos hemos estado tan centrados en nuestros problemas que hemos olvidado que otros alrededor también pasan situaciones difíciles y en ocasiones más fuertes que las nuestras. Por eso te invito a que no te sigas haciendo más daño e inicies a dar gracias a Dios por lo que te ha dado y te ha permitido lograr hasta ahora. Seguro vienen más bendiciones en camino y recuerda que para cada prueba Dios tiene un propósito y una salida. 
I Tesalonisenses_5:18  Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Si has pasado por alto que cada día es un regalo del Señor, recuerda  que tienes un regalo de mucho valor en tus manos, la vida. No la desaproveches, no la desperdicies y ten presente cada día que Dios te ama, tiene cuidado de ti ya que tiene propósitos eternos para bendecirte.
1Pe 5:7  echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

​Reflexiones bíblicas de la vida cristiana.

Paz.

En nuestros pueblos son evidentes los altos niveles de inquietud y ansiedad. Las presiones sociales a los que nos vemos sometidos, la inseguridad, la impotencia, la soledad y el miedo a un futuro incierto, causan que la anhelada paz se aleje de nosotros.
Al definir la paz, podemos decir que es un sentimiento de seguridad, de tranquilidad, de quietud cuando se está bien con uno mismo, con su conciencia y con el Creador.
Cada vez que hablamos de paz, pareciera algo inalcanzable, pero anhelada por muchos. Es por ello que surge la pregunta ¿Cómo obtenerla? En un mundo en donde cada quien busca lo suyo, una sociedad afectada por el estrés, a esto podemos sumarle  la corrupción, lo cual produce gran incertidumbre. La paz pareciera más bien una ilusión o un espejismo.
Quizás esta inquietud estaba en los discípulos de Jesús. Poco antes de ir a la cruz el Señor anima a sus discípulos con estas palabras, “la paz os dejo, mi paz os doy; yo nos os la doy como el mundo la da.” Juan 14:27, Les brindaba su paz a sus discípulos, ya que iba a hacer la paz entre nosotros y el Padre por medio de su sacrificio en la cruz.  Col_1:20  y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Al resucitar al tercer día, se dirigió a sus discípulos y les dice “Paz a vosotros” Lucas 24:36.  Que gloriosa obra de Cristo para traer paz al ser humano.
Es por ello que la paz genuina llega a nuestra vida cuando recibimos a Cristo  como nuestro Señor y Salvador, experimentando su presencia por medio de su Espíritu. Esa paz hecha fuera el temor a las circunstancia cotidianas, a la muerte y lo porvenir. En Cristo gozamos de una vida nueva, confiando en la promesa del Señor quien nos dice “Mi paz os doy” Una paz inagotable, segura, verdadera, lo cual no se asemeja en nada a la paz que el mundo ofrece.
Ven a Cristo y goza de su paz.

Cristóbal Yáñez

IEC Panamá.